El movimiento expresionista surgio en Alemania a principios del siglo xx como respuesta al Impresionismo (finales del siglo XIX en Francia). Los acontecimientos ocurridos en esta época fueron muy negativos, uno de ellos fue con el final de la 1era Guerra Mundial, los repartos de los mercados entre las potencias vencedoras dejaron a Alemania en un estado de incertidumbre política y moral, agravado por el impacto de una fuerte recesión económica.  Pero el expresionismo se desarrolló como un estilo vanguardista antes de la 1era Guerra Mundial, siguió siendo popular durante la República de Weimar (“Cultura de Weimar” es la aparición de las artes y las ciencias en Alemania se dio durante el periodo de entreguerras), particularmente en Berlín. Otro acontecimiento fue que hubo muchas guerras y asesinatos, en este contexto de negatividad surge el expresionismo, su rasgo típico es presentar al mundo únicamente desde una mirada subjetiva, distorsionándolo radicalmente para obtener un efecto emocional con el fin de evocar estados de ánimo o ideas, desafía la tradicional noción de belleza, amor por lo macabro, morboso y grotesco, el arte estaba más dirigido a los sentidos más que a los sentimientos ¿por qué? Porque es lo que provoca al oyente, la tensión y distención, es decir, es provocar al espectador de forma grotesca.